Un lindo ratoncitoo

Recuerdo que estaba en 1ero de secundaria, y había una profesora de esas que no le caen a nadie, pero cuando ya no te enseña, la extrañas. Esa profesora era la Miss Tarcila, algo que la caracterizaba eran los gigantes “chancabuques” (dicése de los zapatos con plataforma, que aumentan entre 5 a 10 centímetros.) Bueno un grupo de chicas de mi promoción decidieron hacerle una jugarreta a la Miss Tarci, la cual consistía en soltar un lindo ratoncito en su hora de clase.

Llegó el día jueves, teníamos clase de Historia (curso que dictaba maliciosamente la miss Tarci), pero las dos horas anteriores teníamos Educación Artística con la buena y paciente Miss Miriam (sufría un problema en la cadera, así que tenía que usar muletas). Es así, que muy temprano en la mañana llegó Caro con el pequeño y adorable ratoncito comprado en el mercado de Magdalena.

Mientras que la Miss Miriam daba las indicaciones para el trabajo que haríamos en clase, el escabullidazo ratón asomo sus narices por la cajita en la que estaba, y salió. Corrió por todo el salón y la pobre miss Miriam salió disparada por la puerta. Ahora, imagínense como corrió y los gritos desaforados que dio. Obviamente, recibimos demerito todo el salón y nuestra jugarreta no salió como esperábamos.