miércoles, 10 de septiembre de 2008

Pequeña anécdota de la infancia


Todos aquellos que hemos pasado por la costa verde cerca al club regatas durante un caluroso día de verano hemos visto esos pequeños botes a vela navegar a lo lejos en grupo, esos son los "optmists". ¿Qué tienen que ver con esta historia? Mucho.

Cuando era menor, una inocente criatura de Dios que rondaba la playa y tiraba kamehamehas para ahuyentar a sus enemigos, mi madre me obligaba a llevar al menos 2 deportes durante el verano, los cuales yo podia elegir. Siempre cambiaba de deportes, por lo cual ahora sé un poco de esgrima, basketball, windsurf, surf, remo, entre otros...Hay muchas anécdotas entre estos años tan divertidos, pero la primera que viene a la mente es la del Optimist, ¡qué deporte!


El optimist es una disciplina bien divertida pero a la vez un poco complicada hay q estar al tanto de la dirección del viento, del timón, de la vela, los nudos de viento, las olas, entre otras cosas.... Como ya se imaginarán yo era un niño de apenas 10 años en su primera clase tratando de impresionar a las "flakitas" gringas del regatas(en esa edad en verdad todas eran flaquitas) y mi hermana, que también se había matriculado, no paraba de molestarme.

Me subí al optimist y un zodiak(lancha) lleno de alumnas me seguía de cerca, el profesor dándome instrucciones. Sin previo aviso...una ráfaga de viento....puffff al agua. La vela cayó encima mío y no encotraba salida, me desesperaba y se acababa el oxígeno, ¡CLACK! como método de sobrevivencia de último segundo golpeé la vela con mi puño y mi cabeza salió por el medio de esta a la superficie donde me esperaban las risas de las regias chibolitas. El roche no terminó ahí pues mi hermana tuvo la genial idea de decir: "pero si parece un osito cariñosito" y ese maldito apodo se me quedó pegado como chicle al pelo todo el verano y su protagonista no tuvo ni rose con ninguna chiquita. ¡Gracias hermana!

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