jueves, 11 de septiembre de 2008

Cosas que pasan...

Érase una vez… una púber provinciana recién llegadita a la capital. Esta jovencita (que apodaremos X) de unos 13 años, coqueta y risueña, se enamoró perdidamente de un chico un par de años mayor (Nótese los siguientes datos: todo “churro”… con esa estructura ósea varonil que excita a las muchachitas con las hormonas revueltas). X siempre lo veía en los recreos, le hacía ojitos ,y de vez en cuando, un bailecito coquetón “caleta” (como se diría coloquialmente).

Ella ya sentaba por hecho que tendría en algún momento de sus largos y a la vez tan fugaces años, algún encuentro del tercer tipo con este muchachito de la estructura ósea excitante. Sin embargo… Un día, en la clase de Educación. Física, su velluda profesora (tenía la costumbre de depilarse o afeitarse las axilas muy esporádicamente.), la mandó a correr 15 largos minutos alrededor del colegio junto con sus compañeros. De pronto, cuando iba por la vuelta 5 o 6, vio al muchachito churro salir de su salón. Entonces para cruzarse con él corrió más y más rápido y resbaló, como Scrat resbalando por el hielo en búsqueda de su preciada y churra bellota (Bellota = churro), y cayó de bruces en los pies del mozuelo… NUNCA más volvió a ver su atractivo rostro, ya que ella salía despavorida cuando lo veía venir… COLORÍN COLORADO ESTA ANÉCDOTA SE HA TERMINADO.

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