Las rejas del parque reducto

La siguiente anécdota sucedió después de una reunión cuando me regresaba a mi casa ya casi por la madrugada con un par de amigos. Nos encontrábamos en el parque reducto de Miraflores. Estabamos un tanto alcoholizados y uno de ellos cuando se encuentra en ese estado le nace un complejo de destructor.
Recuerdo que me voltié un momento para mirar la vía expresa y cuando regresé la mirada hacia mis amigos estos estaban trepando por encima de las rejas del parque. Yo, como siempre, pedí que se bajaran que igual no se iban a atrever a pasar al otro lado, ellos respondían que no. Entre esta discusión pasó un serenazgo y prendió sus luces de sirena. Mis amigos saltaron hasta el piso donde me encontraba yo y comenzamos a correr perseguidos por serenazgo.
Corrimos muy rápido, en un momento cuando me di cuenta sólo eramos 2, uno se había cansado y comenzaba a caminar. Los dos seguimos corriendo dejándolo atrás y cuando menos lo esperamos serenazgo nos interceptó y nos detuvo. Nos pidieron documentos, para esto mi amigo ya se las sabía todas y dijo que eramos menores de edad. De la nada salieron dos carros de policía que tomaron el control. Nos olieron las manos para ver si habíamos estado fumando marihuana y uno que otros tests, la verdad es que estaban aburridos y querían hacer algo a esas horas de la noche, o tal vez sólo querían una coima. Finalmente mi amigo mencionó que iba a llamar a su tío que era jefe de la policía, la simple mención del nombre hizo que los policías y serenos temblaran y comenzaran a retroceder.
Lo más divertido fue que entre toda esta situación pasó mi otro amigo fumándose un cigarro y caminando tranquilo y le preguntó al policía: "Asu, ¿qué sucede acá?", el policía le respondió: "nada choche, unos chibolos que se les da por molestar a estas horas de la noche". "Nunca cambian, nunca cambian", respondió mi otro amigo.
Supongo que no existe una real moraleja que se pueda aplicar a la vida cotidiana en esta anécdota, sin embargo todos podemos aprender un poco sobre el manejo que se debe de tener con los policías de Lima. Si tienes alrededor de 18 años dices que eres menor de edad, debes intentar conocer el nombre de alguien importante en el cuerpo policial y mencionarlo y sobre todo conocer tus derechos. Y no te trepes a las rejas del parque reducto.